No recuerdo si cuando era muy pequeña comía roscón de Reyes, aunque sí recuerdo muchos años comiéndolo en ésta fecha…pero recuerdo el día de Reyes como algo especial, muy especial.
La ilusión creo que hoy sigue latente, no sé si los niños de hoy sienten lo mismo, pues considero que hoy en día, tienen mucho más caprichos y juguetes de los que antes se tenían y no hablo de mi época sino quizás una generación incluso anterior a la mía, está claro que un “simple” trozo de chocolate sería la gloria de cualquier niño.
A mi me gustaba pensar, que no tenía todo lo que quería en cualquier momento sino que debía esperar a una fecha determinada para llevarme ese regalo y la espera era maravillosa … o tal vez inquietante, pero muy bonita. Casualmente los regalos llegaban divididos en casa de mis padres y en casa de mis tíos de
Vaaaleee, reconozco que soy algo apática y tal vez poco navideña en los últimos años, quizás por la sensación de obligación de alegría, de consumismo, … me fastidia que me impongan las cosas, aunque reconozco que cada uno es el que elige cómo llevar éstos días, y luego una vez que estoy dentro de la navidad, me siento menos agobiada y más tranquila y lo llevo mejor.
Finalmente el día de Reyes es el día que más me gusta, no por los regalos en sí, aunque por pequeño que sea el detalle es sentir que alguien pensó en ti para éste día y eso me gusta, sino por la ilusión de abrir un regalo en compañía de la gente a la que quieres y mucho más de ver la cara de los demás al recibir el suyo!!.
El recuerdo de la infancia retorna y deseo que el día de mañana mis futuros hijos puedan sentir lo mismo que yo.
Es la primera vez que me decido a hacer un “chisme” de éstos!! Este año me apetecía amasarlo yo y no comprarlo hecho, tenía varias recetas y pensaba hacer la de ajonjolí, pero finalmente, me ha salido éste, porque me faltaba algún ingrediente.... y aquí está el resultado!!
Ingredientes:
2 huevos batidos
100 gramos de masa madre líquida de Eric Kayser (si no se quiere poner masa madre, restamos
1 cucharadita de sal (
Ralladura de limón
Para pintar:
1 huevo batido
Azúcar humedecida en agua
Frutas confitadas (yo hize cáscara de naranja confitadas con una estupenda receta de Erruki, probadla si podeis, salen muy rícas!!)
Almendras
Preparación tradicional:
Mezclamos la levadura fresca con la leche tibia, dejamos 5 minutos para que se deshaga. Añadimos los huevos batidos, la masa madre, la mantequilla derretida, el azúcar y la ralladura de limón. Mezclamos.
En otro bol, ponemos la harina de fuerza y la sal, mezclamos y hacemos un agujero en medio en el que vamos añadiendo los ingredientes anteriores. Mezclamos bien. Amasamos sobre una superficie enharinada durante 10 minutos y luego dejamos reposar hasta que doble su volumen tapado con film transparente.
Preparación panificadora:
Añadimos los ingredientes a la cubeta en el siguiente orden:
Leche tibia, levadura fresca desmenuzada, huevos batidos, masa madre, mantequilla derretida, azúcar, ralladura de limón, harina de fuerza y sal.
Ponemos programa de masas para que amase y leve.
Sacamos la masa a una superficie enharinada y volemos a amasar.
Continuamos...
Hacemos un rollo alargado y unimos haciendo un rosco. Tapamos nuevamente y dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Pintamos el roscón con huevo batido, añadimos azúcar humedecida en agua, las almendras y las frutas escarchadas.
Metemos en el horno precalentado y cocemos durante 20 minutos a 170 º C. Para que no se queme, los primeros 10 minutos le pongo calor sólo abajo y luego calor arriba y abajo.
Rellenar una vez frío al gusto, nata, trufa, merengue (mmm!), cabello de angel, mermelada, chocolate... aunque a mí me gusta así tal cual.
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