LA COCINA DE LA CRINCH

LA COCINA DE LA CRINCH
NO OS OLVIDEIS VISITAR LAS OTRAS RECETAS DE LA COCINA DE LA CRINCH!!! PINCHA SOBRE LA IMAGEN

martes, 3 de junio de 2008

CHAPATA

MI AVENTURA CON LA CHAPATA

Éste pan rústico de origen italiano se caracteriza principalmente por su corteza gruesa y su miga algo oscura y con muchos agujeritos.

Debo decir que llegué a pensar que éste pan no me saldría tal y como yo deseaba o simplemente que no habría forma (y nunca mejor dicho) de darle forma… en fin, es una masa muuuuy blandita y hace que sea muy difícil trabajarla, pero ha quedado muy muy rico éste pan y desde luego su sabor y textura eran las deseadas, aunque en aspecto igual no el mejor.

Empecé con la aventura de la chapata, a las 12.30h del mediodía, del domingo electoral y terminé sobre las 17h - 17.30h, claro que no estuve mirando el pan todo el tiempo jaja. Fueron dos hornadas, salieron con éstas medidas, 5 barritas, aunque finas, si alguien quiere hacer menos y mas grandes pues mejor. Saldrán 2 chapatas grandecillas.

Aquí os describo detalladamente todo lo que hice por si alguien se embarca también en la misma aventura, que merece la pena. Finalmente acabé yo llena de harina por todos lados y la cocina llena de harina también,… pero y la maravilla de probar ésta delicia después del esfuerzo?? Una recompensa agradable.

Ingredientes:

250 gramos de harina de fuerza

250 gramos de harina floja

50 gramos de harina de centeno

400 gramos de agua tibia

10 gramos de sal

1 cucharadita de azúcar moreno

1 sobre de levadura de panadería

Preparación:

Primero añadí los ingredientes en la panificadora en su orden correcto, primero líquidos y luego sólidos, con cuidado de no poner cerca la levadura de la sal porque la sal mata la levadura. Así que eché primero el agua tibia, luego la harina de fuerza, un poco de harina floja, la levadura para que se quede entre la harina, el resto de la harina floja, la harina de centeno, la sal, y una cucharadita de azúcar moreno.


Utilicé el programa amasado y levado (programa masa o pasta, dependerá de cada panificadora). Cuya duración fue 20 minutos de amasado y 70 minutos de levado (en lo que en mi panificadora serían 3 levados (levado1 20 minutos, levado2 10 minutos, levado3 40 minutos, pero seguidos uno de otro, sin ningún amasado más), éste proceso de la panificadora no era necesario para la receta, pero como yo buscaba que el pan cogiera suficiente aire pues decidí dejar todo el programa.

Para quien lo haga sin máquina, hay que mezclar los ingredientes al revés, es decir, primero sólidos, y luego hacemos un agujero en medio y añadimos el líquido, es muy probable que quien lo haga así decida añadir más harina porque se hace muy difícil trabajarla dado que la masa contiene mucha agua y es demasiado blandita, necesita un amasado largo (unos 20 minutos), podríamos suprimir ésta fase de levado que yo hice con la máquina, que no era estrictamente necesario, dado el hecho de que finalmente hice tres levados y con dos era suficiente.

Seguimos, cuando terminó el programa había levado bastante, no amasé, para no desgasificar, (aunque bajó un montón con tan sólo moverla, deduzco que perdió mucho aire) y volqué la masa en un molde alargado con bastante harina para que no se pegara ni en la base ni en las paredes.

Por encima también le eché harina. Dejé que levara durante otros 70 minutos aproximadamente y dobló su volumen.

Y volqué la masa (literalmente) a una superficie enharinada,

tampoco amasé, ahora sí conseguí que se retuviera todo el aire, sólo corté con un cortapastas, trozos largos para las barras alargadas, colocándolas como pude porque la masa era muy blanda ( me ayudé con un par de espátulas para pasarlas de la encimera a la bandeja, así que podéis imaginar cual blandita era, sólo amasé una que se me rompía y decidí ver la diferencia con el resto de las chapatas una vez cocida, desde luego se hizo mil veces mas manejable aunque la barrita quedó reducida y algo más gordita, vamos, un panecillo), en una bandeja de horno con papel de hornear en la base,

lo dejé levar nuevamente ahora 30 minutos

y después lo metí al horno precalentado, lo tuve 25 minutos a 200 ºC, sin vapor. Si queréis hacerlas más grandes, (por ejemplo 2 chapatas grandes) tendréis que dejarlas más tiempo en el horno, unos 40 minutos mas o menos.

El resultado fue el deseado, el mismo que cuando compro la chapata, corteza muy crujiente, miga llena de agujeritos (alveolada), sabor rústico… mi error, es que quedaron algo finas me hubiera gustado que me quedaran algo más gruesas de tamaño, y más doradas, tal vez por el exceso de harina, que le puse encima, pero la masa era muy pegajosa, y si no le ponía harina se hubieran pegado por todos lados, pero me hice un bocadillo de jamón con aceite de oliva que quita el “sentío”.




Ésta es la chapata que sí amasé, más manejable sí, y su sabor igual de rico, pero su textura quedó mucho más apelmazada.

No hay comentarios: